blog | Sostenibilidad en la organización

Mi huella de carbono como deportista

by | Jun 17, 2020

Imagen: Pinterest

¿Qué es la huella de carbono y por qué es un indicador tan importante?

La huella de carbono es el impacto que deja nuestra actividad diaria, personal y profesional sobre el medioambiente. El resultado del impacto se expresa en unidades de carbono equivalente (CO2eq).

Es el principal gas, aunque no el único, que contribuye al calentamiento global. Su aumento progresivo puede tener efectos irreversibles en el medioambiente, de hecho ya estamos conviviendo con cambios importantes, y como consecuencia, en nuestras vidas.

Este indicador es la herramienta que permite disponer de todos los datos necesarios para poder realizar un plan de reducción de emisiones. Esto quiere decir que disponemos de todo lo necesario para poder contribuir, entre todos, a reducir la huella de carbono y a mitigar la crisis climática

Sabiendo esto, ¿Cómo puedo reducirla?

¿Cómo puedo reducir mi huella de carbono cuando el CO2 es un gas incoloro e inodoro? Es imprescindible para la vida de animales y plantas juntamente con el O2, otros gases y el vapor de agua, pero no lo vemos. Sin CO2 las plantas no realizarían la fotosíntesis, se encuentra de forma natural en el aire, y los seres vivos lo exhalamos. Quizá por esto nos resulta difícil entender las consecuencias que tiene cuando no está en equilibrio y como podemos actuar sobre algo que aparentemente es intangible.

El clima en la Tierra ha ido cambiando de manera cíclica, pero actualmente se ha acelerado por la acción del ser humano, y el mayor impulsor de este cambio es el aumento rápido y desproporcionado del CO2.

gráfic
Es una gráfica hasta 2016, pero es muy clara para poder interpretar la progresión de ambos indicadores.

El cambio climático está afectando a los espacios en los que hacemos deporte, especialmente a la naturaleza y nos afecta a la salud. El consumo de combustibles fósiles, ademas de generar CO2, favorecen la contaminación ambiental, y genera 800.000 muertes prematuras en Europa. Trabajamos para mejorar el bienestar y la salud, no debemos generar impactos que vayan en contra de nuestro propio objetivo.

Estamos en un cambio de era y ante uno de los mayores retos, la crisis climática. A partir del acuerdo de Paris de 2015 se ha marcado la hoja de ruta para que gobiernos, empresas, organizaciones y toda la sociedad en general reduzca sus emisiones y cumpla los Objetivos del Desarrollo Sostenible que definen los retos sociales, económicos y medioambientales que debemos cumplir.
La responsabilidad de reducirlas no es únicamente de las organizaciones, cada uno de nosotros tenemos una parte de responsabilidad y tenemos que ser capaces de asumir.
Así como sí somos conscientes y más responsables cada día con el uso de plástico, el consumo de papel, la alimentación más saludable, etc.,

«¿Cómo podemos saber las emisiones de CO2 de nuestra actividad diaria y, concretamente, las de nuestra actividad deportiva? ¿Conocemos su origen? ¿Cómo las podemos calcular? ¿Cómo las podremos reducir? ¿Se pueden compensar?»
cycling

Imagen: Pixabay

¿Por dónde empezamos?

El primer paso es ser conscientes, ser sensibles y el segundo paso es poder acceder al conocimiento. A partir de saber dónde y cómo se generan las emisiones de nuestra actividad, podremos ponernos manos a la obra, cuantificarlas y hacer nuestro Plan Personal de reducción de huella de carbono, es decir, pasar a la acción.
Tenemos que ser capaces de hacer un inventario exhaustivo de nuestra actividad deportiva y para ello necesitamos conocer, en primer lugar, el origen de las emisiones.

¿Qué genera CO2?

  • El transporte: como nos desplazamos.
  • La energía: las fuentes que utilizamos.
  • Bienes y servicios: lo que consumimos.

Y a partir de ahí, nos haremos muchas preguntas.

«¿Qué actividad hago? ¿Con qué frecuencia? ¿A qué distancia está de mi trabajo o de mi casa? ¿Cómo voy y vuelvo? ¿Sola o en grupo? ¿Qué ropa llevo? ¿De qué material es? ¿Cuánta ropa de deporte tengo? ¿Cómo y cuantas veces la lavo? ¿Qué bebo y dónde lo llevo? ¿Qué aparatos electrónicos utilizo? ¿Cuántas aplicaciones tengo abiertas? ¿Cuántos vídeos subo al día a las redes sociales ¿Cuánto tiempo estoy en la ducha? ¿Qué productos de higiene y cosmética utilizo?¿Qué como mientras hago deporte? ¿Qué tipo de residuos genero? Y muchas más.»

Cada respuesta se cuantifica y este valor corresponde a la cantidad de kg de CO2 equivalente.

Existen diferentes calculadoras que nos ayudan a realizar estos cálculos, de energía, transporte, ropa , alimentación, etc.:
business-861325

Imagen:Pixabay

¿Qué podemos hacer para reducir nuestras emisiones?

a.- Tendremos que hacer nuestro propio plan de movilidad. Aplicaremos criterios de proximidad en la medida de lo posible, elegiremos el tipo de transporte, podremos compartirlo, planificar los desplazamientos y las rutas, e incluso valorar si necesitamos todos los vehículos de los disponemos.
b.- A la hora de realizar nuestras compras, la proximidad, el comercio local, el comercio justo, el acceso a los datos de producto y las ecoetiquetas, nos ayudarán a reducir, tanto las emisiones como los residuos, y de esta forma, el impacto positivo en la economía local será mayor.
c.- Y por último la tecnología, que nunca pensamos en ella como fuente de emisiones. El tipo de aparato que compramos, como lo utilizamos, cuanto lo utilizamos, la vida útil que le damos, la cantidad de conexiones, el alojamiento, etc., serán decisiones que tengamos que tomar y que repercutirán en nuestra vida actual.
Y las emisiones que no podamos reducir, las podremos compensar.

La tres “ Rs” ya deberían estar superadas.

Os invito a repensar, reanalizar, interiorizar, rechazar, racionalizar, reducir, reutilizar, reparar, transformar, donar y reciclar.

¿Estamos dispuestas a modificar nuestros hábitos de consumo para mejorar nuestra huella de carbono, nuestra propia vida y la de nuestro entorno?

El cambio merece la pena, y es imprescindible si queremos contribuir de forma colectiva a mejorar la vida de las personas, del planeta y la nuestra.

El balón está en nuestro campo. Juguemos.

“Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”

Eduardo Galeano

agenda 2030